Para que ustedes padres
de familia tengan una autoridad paternal positiva y en consecuencia una
disciplina familiar positiva es fundamental que toda decisión o acción que
realicen, en relación a la educación y disciplina de su hijo, deba basarse en
el amor, en el respeto y en el sentido común.
De acuerdo con Alexander Galí, pedagogo español, citado por el licenciado y logopeda Pablo Pascual en su artículo “Cómo lograr una autoridad positiva” publicado en la página web “Solo hijos”, educar es estimar, el amor hace que las normas o técnicas no conviertan las relaciones, entre padres e hijos, en algo rígido, superficial y sin valor a largo plazo. Amar supone que tomar decisiones, en algunos momentos, puede ser dolorosa tanto para los padres como para el hijo; sin embargo, con el pasar del tiempo serán valoradas porque habrán aportado al desarrollo y bienestar del hijo y de la familia en general.
Por otro lado, el sentido común es aquello que hace que se
aplique una técnica o se tome una decisión adecuada en el momento preciso, con
la intensidad apropiada y siempre positivamente en función del niño y de la
convivencia armónica familiar.
Asimismo, es importante que ustedes padres de familia
entiendan que la relación que establecen con su hijo no es una relación de
igualdad, sino jerarquizada, debido a que son ustedes quienes establecen los
límites, las normas, dan ejemplos y son las guías de su hijo con la finalidad
de protegerlo y educarlo. Conforme vaya creciendo, madurando y adquiriendo
capacidades y experiencias, tendrá mayor independencia y preparación para poder
afrontar las diferentes situaciones de la vida cotidiana.
Además cabe menciona
que si su hijo que no encuentra autoridad dentro del hogar, la buscará fuera de
ella. Es por esto, que en la mayoría de casos, se busca un líder que no siempre
es positivo o se encuentra refugio en un grupo, sin tomar en cuenta los
esfuerzos de las personas que lo quieren.
“El
padre que no quiere figurar sino como el mejor amigo de sus hijos, algo
parecido a un arrugado compañero de juegos, sirve para poco; y la madre, cuya
única vanidad profesional es que la tomen por hermana ligeramente mayor que su
hija, tampoco sirve para mucho mas”
(Fernando Savater en su libro “El valor de educar”)
(Fernando Savater en su libro “El valor de educar”)
A continuación les mencionaremos algunas
actuaciones que los ayudarán a
tener prestigio y autoridad positiva frente a su hijo:
· Tener objetivos claros:
Primera condición al educar. Lo adecuado es que se formulen y compartan entre su pareja el cuidado y educación de su hijo. Es necesario que se revisen los objetivos para no ser olvidados y para verificar que no hayan quedado desfasados por la edad de su hijo o de las circunstancias familiares.
· Enseñar con claridad cosas concretas:
No es suficiente con decirle a su hijo “que sea bueno” o que “se porte bien”. Es necesario que cada instrucción que le den sea acompañada de ejemplos concretos. Además debe existir coherencia entre lo que le fomentan y sus acciones cotidianas. Por ejemplo, si desean que su hijo aprenda a utilizar los cubiertos, deben sentarse a la mesa con él, utilizar correctamente los cubiertos y enseñarle directamente cómo cogerlos y usarlos.
· Dar tiempo de aprendizaje:
Luego de haber dado las instrucciones concretas y claras, deben de ser pacientes para que se lleve a cabo el aprendizaje e interiorización de las normas. Las primeras veces que éstas se ponen en práctica, se necesita una mayor atención y apoyo a través de ayudas verbales y físicas.
· Valorar siempre sus intentos y sus esfuerzos:
Es fundamental resaltar y reconocer lo que hace bien y no fastidiarse si es que algo le sale mal, debido a que, su hijo, está en un proceso de aprendizaje donde hay tanto aciertos como errores.
· Confiar en su hijo:
La confianza entre los miembros de su familia es fundamental. Ustedes deben confiar en su hijo y su hijo en ustedes. Esto se hace difícil si es que no dan ejemplo de confianza a su hijo.
· Reconocer los errores propios:
En primer lugar, deben concebir que nadie es perfecto y; por lo tanto, ustedes tampoco. Cuando reconocen sus errores, brindan a su hijo seguridad y tranquilidad, debido a que lo anima a tomar decisiones aunque se pueda equivocar. Es esencial enseñarle que un error no es un fracaso, sino una oportunidad para aprender lo que debemos evitar.
Bibliografía:
SAVATER, Fernando
2008 El valor de
educar
Barcelona: Ariel
SOLOHIJOS
2011 “Portal dirigido
a padres de familia con el objetivo de
ayudarlos en la crianza de sus hijos”
Consulta: 16 de abril de 2011
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