Es necesario,
frente al concepto de disciplina, delimitar lo que significa la disciplina
familiar positiva.
De acuerdo con
C. Romagnoli y F. Morales en el libro “Reuniones de Apoderados: Tarea de Padres
y Profesores” (1996), la disciplina positiva en el hogar es un tipo de
disciplina familiar basada en el amor, en el diálogo, en el respeto mutuo entre
todos los miembros de la familia, en una adecuada autoridad y en el
establecimiento de límites por parte de los padres. Asimismo, es importante
mencionar que este tipo de disciplina familiar tiene como objetivo ayudar a los
hijos a aprender a ser responsables, independientes y autónomos, logrando tener
una disciplina interna o autocontrol.
Respecto a la
perspectiva de una disciplina positiva, es fundamental el establecimiento de
límites por parte de los padres y la creación de un ambiente propicio para el
desarrollo de los hijos. Se debe considerar que cada niño es un individuo con
necesidades específicas, las cuales varían según sus características personales
y la etapa de desarrollo en la que se encuentre.
Cabe resaltar que poner límites es una labor de prevención y educación, debido a que estos permitirán al niño conocer hasta donde llegar, saber qué es lo más adecuado y adquirir recursos para ser creativos, productivos y responsables.
Cabe resaltar que poner límites es una labor de prevención y educación, debido a que estos permitirán al niño conocer hasta donde llegar, saber qué es lo más adecuado y adquirir recursos para ser creativos, productivos y responsables.
Para una
disciplina familiar positiva, los invitamos a reflexionar sobre los siguientes
aspectos:
· Los adultos son educadores
o Como
padres es necesario dedicar tiempo y energía a la educación.
o Los
padres son los encargados de guiar al niño.
o La
función de los adultos es constituirse como guía y ejemplo.
o Los
padres deben desarrollar una sensibilidad especial que les permita establecer
un lenguaje de comunicación con el niño.
o Ser
padre es como ser maestro.
o El
adulto debe tener disposición para cambiar.
· Los niños requieren de una
presencia constante de sus padres.
· Los niños necesitan amor y
aceptación incondicionales.
· Los niños necesitan ser
respetados.
· Todos los niños son
diferentes.
· Los niños tienen diferentes
necesidades según su etapa de desarrollo.
· Crear un ambiente adecuado.
· Decir al niño qué queremos y
esperamos de él.
· Integrar al niño a las
actividades de los adultos.
· Enseñar al niño a enfrentar
la vida de una manera positiva.
· Utilizar el sentido común.
Bibliografía
ROMAGNOLI, Claudia
1996 Reuniones de apoderados: tarea de padres y
profesores. Santiago: Dolmen Ediciones.
ÁLVAREZ, Angélica
2004 Cómo poner límites a tus niños sin dañarlos
México D.F: Editorial Pax México.
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