Siendo la disciplina parte de la vida familiar, va modificándose junto con los cambios que ocurren al interior de ella. Así se concibe que los estilos disciplinarios deberán ir cambiando junto con el desarrollo de tus hijos. En otras palabras, para poder educarlos es necesario tomar en cuenta sus características evolutivas.
Por lo tanto, la disciplina para un niño
pequeño no puede ser la misma que para un adolescente y, aunque los valores que
existan detrás sean los mismos, la forma de disciplinar debe variar. En un
comienzo el niño necesita de control externo ejercido por sus padres. Lo
necesita porque así se siente seguro, protegido y, a la vez, porque así aprende
cómo conducirse, aprende a respetar y a considerar a las demás personas.
Poco a poco se hace necesario aprender a
equilibrar el nivel de control que se ejerce con un mayor grado de libertad e
independencia del niño. De esta manera se facilita el desarrollo del
autocontrol de su conducta. El joven, a diferencia del niño, ya tiene ciertas
capacidades de razonamiento que le permiten relacionarse con el mundo de otra
manera. En consecuencia, mantener el mismo nivel de control sobre el
adolescente sin considerar sus cambios; es decir, seguir tratándolo como
un niño, es una de las mayores fuentes de conflicto entre padres e hijos
en esta etapa.
A continuación señalaremos los rasgos
más importantes y generales que caracterizan a los niños entre 0 y 6 años.
· Pasan por diferentes etapas de desarrollo
El desarrollo es una secuencia de etapas por la que todos los niños pasarán, en el mismo orden, para poder llegar a la madurez. No podrán pasar a una etapa más avanzada si es que no han superado las anteriores. Es importante mencionar que tampoco podrán saltárselas y que cada etapa de desarrollo tiene sus propias características.
· Dependen completamente de los adultos
Bebés y niños dependen, esencialmente, de los adultos, debido a que ellos van a satisfacer sus necesidades básicas de comida, salud, afecto, nuevas experiencias, educación y aprendizaje. En otras palabras, no podrán sobrevivir sin ellos hasta que alcancen, luego de muchos años, el desarrollo y la madurez necesaria para poder ser autosuficientes y sobrevivir por sí mismos.
· Son inquietos por naturaleza
A todos los niños les encanta explorar, investigar, jugar, armar, desarmar, saltar, correr, trepar, hacer ruido; es decir, jugar y moverse de diversas maneras.
· Su lenguaje es limitado
Niños pequeños no pueden decir, exactamente, cómo se sienten, qué les hace sentir bien o mal o qué desean. Esto se debe a que no tienen un gran número de palabras y porque la capacidad de expresar conceptos abstractos es limitada. Por lo tanto, los niños en la primera infancia, harán todo lo posible por manifestar sus necesidades e intereses por medio de conductas y actitudes. Los padres tienen la gran labor y responsabilidad de estar atentos a las señales de sus hijos y estar siempre receptivos para poder comprenderlos y poco a poco enseñarles a expresarse con palabras de acuerdo a sus edades y habilidades.
· Su pensamiento es concreto
Como ya se ha mencionado anteriormente, los niños entre cero y siete años, tienen una capacidad limitada para entender conceptos abstractos. Por lo tanto, los padres deben dar explicaciones y ejemplos a sus hijos a través del uso de palabras sencillas y de materiales físicos que les sean familiares para que los puedan ver, tocar y manipular, y así lograr una mayor comprensión y mejor comunicación entre ambos.
· Cambian de estado de ánimo fácilmente
Los niños pequeños aún no tienen control completamente sobre la expresión de sus sentimientos. A veces sus reacciones suelen ser exageradas porque todavía no tienen un nivel de lenguaje adecuado para poder expresar con exactitud lo que desean o cómo se sienten. Con la ayuda de los padres y con la edad maduracional, irán adquiriendo control sobre sus emociones y aprenderán a decir, con palabras, lo que quieren y necesitan.
· Los niños pequeños piensan y sienten que son el centro del mundo
Los niños en edad preescolar se caracterizan por tener un tipo de pensamiento y conductas egocéntricas. Esto significa que aún no tienen la capacidad para ver el punto de vista de los demás, para ponerse en el lugar del otro ni para entender opiniones diferentes a las propias. Es por estas razones que les cuesta compartir juguetes porque piensan que todo es de ellos y les pertenece. Este tipo de pensamiento egocéntrico es natural hasta el final de la edad preescolar y posteriormente se irá modificando hasta que el niño pueda entender a otros y considerar sus necesidades.
· Hasta el final de la edad preescolar confunden la realidad con la fantasía
Los padres deben tener mucho cuidado con lo que sus niños ven y escuchan en los medios de comunicación o en los cuentos, debido a que creen que todo lo que sucede en la televisión o en otros medios es real. En consecuencia, se angustian con lo que les sucede a sus personajes favoritos en los dibujos, series, películas y hasta muchas veces no miden el peligro cuando desean imitar a su superhéroe y pretenden volar. Por lo tanto, lo mejor es brindar a los niños ejemplos concretos, supervisar lo que observan en los medios de comunicación y crear un ambiente de seguridad.
· Manejan un concepto de tiempo completamente diferente al de los adultos
Por el nivel de pensamiento y etapa de maduración de los niños pequeños, la concepción tiempo como elemento abstracto es sumamente compleja y difícil de entender. Aún no tienen la capacidad para comprender y distinguir claramente el pasado, el presente y el futuro. Para ellos un día es demasiado tiempo. Si se desea explicar a un niño preescolar una acción en el tiempo es necesario darle ejemplos concretos familiares; por ejemplo, para poder explicarle que faltan tres días para su cumpleaños, se le podría decir que tiene que ir a dormir tres veces y cuando despierte, ese día será su cumpleaños. Conforme van creciendo y adquiriendo capacidades mentales, la percepción del tiempo se va volviendo más exacta y más cercana a la realidad.
· Aprenden a través de la imitación y el juego
Los bebés y los niños pequeños irán aprendiendo, básicamente, por medio de lo que pueden percibir y sentir a través de sus sentidos y movimientos, los cuales pueden ser imitados al ver que son realizados por sus padres u otra persona cercana a ellos. Como ya se ha mencionado anteriormente es fundamental y esencial que los niños manipulen objetos para jugar, debido a que les permitirá interpretar, entender el mundo y aprender a dominarlo, ensayando o imitando diversos roles.
Bibliografía:
ÁLVAREZ, Angélica
ÁLVAREZ, Angélica
2004 Cómo poner límites a tus niños sin dañarlos
México D.F: Editorial Pax México.
GERVILLA, Ángeles
2008 Familia y educación familiar
Ed. Narcea, España
KOENIG, Larry
2003 Disciplina inteligente
Bogotá: Norma.
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