sábado, 30 de junio de 2012

CREACIÓN DE UN AMBIENTE ADECUADO PARA TU HIJO Y TU FAMILIA



A pesar de la poca consideración que se le da actualmente al espacio físico en el que se mueve y desarrolla el niño, está comprobado que un ambiente adecuado permite disposición al aprendizaje, la formación de hábitos de la vida diaria y la interiorización de normas de convivencia. Un lugar que respete el espacio personal de cada niño, le permitirá conocerse a sí mismo sin dificultades y obstáculos, permitirá la interacción entre pares y adultos con el niño, y promoverá la exploración y descubrimiento de nuevos aprendizajes. 

A continuación, brindamos una serie de características base que debe incluir todo espacio pensado para sus niños, en el hogar.

  • Espacio físico
                El espacio físico en el que se desarrolla su niño, debe:

-    Ser seguro

La actividad más importante durante los primeros años de vida, es el juego. Por ello es indispensable que el espacio donde esta actividad se lleve a cabo, sea en su totalidad, segura. No solamente se trata de prestar atención durante el juego de los niños, sino que es una alternativa muy importante el asegurar en primer lugar el ambiente para prevenir accidentes.

Debemos prestar mucha atención a lugares aledaños a escaleras, donde exista la posibilidad de meter los dedos a los enchufes, donde puedan tomar objetos sin que les caigan otras cosas encina, no hayan cosas que los lastime, como tijeras o clavos salidos.

Para generar espacios significativos de aprendizaje, es necesario permitir que los niños salgan del ambiente de la casa e interactúen mayor tiempo con el entorno natural, parques, ir de paseos, de viaje, etc. Lugares donde puedan correr y jugar, como espacios abiertos, deben ser primero observados en la característica de la seguridad.

-    Brindar objetos básicos para desarrollar sus habilidades

El niño, tal como lo hemos visto anteriormente, se vale de sus sentidos y del movimiento para interactuar y conocer su entorno. Es necesario considerar esto en casa, de modo que se pueda poner al alcance de los niños, algunos elementos propios del hogar para que puedan tener acceso a ellos observarlos y conocer sus usos. Objetos tales como cucharas pequeñas, envases de plástico, tapetes, envases, esponjas, papeles, entre otros.

Esto puede generar disyuntivas debido a que los padres hoy en día prefieren ser exagerados en sus medidas de seguridad, y alejan o ponen fuera del alcance de los niños, todo tipo de objeto que no pertenezca a ellos, como juguetes, peluches, cosas suaves, etc. Es importante propiciar la exploración de los niños a través de diferentes texturas, temperaturas, colores, sabores, de las cosas que tenemos en casa.

-    Ser estimulante y divertido

El niño, dentro de la casa, debe contar con un lugar de esparcimiento o juego, un cuarto de juegos, una sala de juguetes, o como quiera llamársele. Dentro de este espacio será necesario contar con elementos poco estructurados, es decir, que no tengan o presenten alternativas fijas de interacción y juego. Existen materiales no estructurados tales como conos de papel higiénico, cartulinas, crayolas, goma, cajas de cartón de diferentes tamaños, pelotas, pañuelos, entre otros, que sirven para incentivar la imaginación y creatividad del niño.

Será indispensable la presentación atractiva de estos materiales, sobre todo si los niños en casa han sido expuestos de manera reiterativa a muchos juguetes llenos de colores, muchas funciones, sonidos e imágenes. El niño frente a materiales no estructurados, se verá naturalmente impulsado a crear sus propios juegos y disfrutar aún más del juego, por las posibilidades que el material ofrece.

-     Tener suficiente material

Para evitar conflictos entre hermanos, amigos y compañeros que visiten la casa, es necesario contar la cantidad suficiente de materiales, de modo que se pueda generar una convivencia armoniosa y también se puedan ir interiorizando, con facilidad, algunas habilidades sociales tales como el pedir permiso, por favor, dar las gracias y pedir perdón.

  • Rutina
El establecimiento de hábitos de la vida diaria es realmente un trabajo difícil para muchas familias. Aunque pensemos lo contrario, podemos afirmar que los conflictos y la dificultad que parece ser propia de este proceso, deviene principalmente de la rutina y organización de la familia. La adquisición de estas importantes actividades depende sustancialmente de la rutina establecida y cumplida puntualmente por todos los miembros de la familia.

Los hábitos más importantes a aprender en los primeros años, son la alimentación, el sueño, control de esfínteres, y limpieza. Todos estos, deben ir acompañados por los padres en la previsión del tiempo necesario para cumplirlos. Es poco probable que un niño llegue a adquirir un hábito sin que primero los padres no estén preparados para cumplirlos ellos mismos junto a sus hijos. Para ello, siempre será necesario que los padres se toman su tiempo para establecer una rutina, por ejemplo la rutina matutina en la que generalmente se encuentran la mayor cantidad de conflictos porque es el tiempo de levantarse de la cama, asearse, tomar el desayuno y salir hacia el Nido o colegio, y al trabajo. Muchos padres se estrazan tratando de realizar todas aquellas actividades, y exteriorizan su ansiedad y preocupación por cumplir, llegar temprano, etc. Será importante, entonces, que los padres se levanten con más temprano, y realicen la misma rutina por el tiempo que se necesario hasta que el niño se haya habituado a las actividades matutinas, sin ansiedad ni estrés por cumplir con las expectativas de los padres en tan corto período de tiempo.
  
  • Entorno emocional

En la adquisición de hábitos y en la rutina que ésta demanda, muchas  veces los niños experimentarán fracaso, rechazo, tristeza, humillación y hasta se sentirán ridiculizados. Este aspecto corresponde a su desarrollo emocional, el cual debe ser igualmente cuidado durante este período de tiempo, tal como lo recomendamos para el espacio físico.

Los hábitos de la vida diaria en los niños generan seguridad en los niños, ya que permiten que el medio en el que se desarrollan sea predecible y constante. A nivel cognitivo, los niños desarrollarán mayor capacidad de organización mental y podrán en el futuro ser ordenados y constantes en lo que emprendan. Para que esto se lleve a cabo de manera exitosa, el niño necesita verse perteneciente a un entorno de amor, donde se sienta querido, aceptado, y respetado.

Es importante saber que el apoyo emocional que reciba en los primeros años va a ser determinante para la construcción de su autoestima, identidad, desarrollo personal y seguridad.   


Bibliografía:


ÁLVAREZ, Angélica
2004                                      Cómo poner límites a tus niños sin dañarlos
                                               México D.F: Editorial Pax México.

GERVILLA, Ángeles
2008                                     Familia y educación familiar
                                             Ed. Narcea, España
KOENIG, Larry
2003                                     Disciplina inteligente                                                                       
                                             Bogotá: Norma.

       









ANEXO: CARACTERÍSTICAS EVOLUTIVAS


Tabla de características y datos importantes de cada etapa de desarrollo 

(0 a 6 años)



Edad

Necesidades de seguridad y predictibilidad.

Habilidades esperadas

Conductas problemáticas de la edad

Tareas que podemos pedir de acuerdo con su edad
0-9
meses.
- Necesita una persona constante y rutinas predecibles.
- Requiere la satisfacción de necesidades básicas a través de la calidez y contácto físico así como obtener respuestas a sus llamadas de atención.
Desarrollo de habilidades psicomotoras básicas:
- Se sientan con apoyo (4meses)
- Se sienta solo (6 meses)
- Se arrastra (7 meses)
- Se levanta apoyándose en un mueble (8meses)
- Camina cuando le damos la mano (9 meses)
- Sostiene una taza con las manos (9meses)
Responde a la sonrisa de las personas que le rodean (3 o 4 meses)
-Establecimiento de   hábitos de sueño y comida.
- Desarrollo de muestra malestar al separarse de la persona que lo cuida (8- 18 meses)
9- 12 meses.
- Requiere de la misma atención que en la etapa anterior.
- Se para solo (11 meses)
- Empieza a caminar (12 meses).
- Empieza a decir palabras aisladas (10-11 meses)
- Se muestra ansioso al separarse de las personas que conoce o que lo cuidan.
12 a 18 meses
- Requiere de flexibilidad para conocer su ambiente y de límites firmes ante situaciones peligrosas.
- Camina solo
- Dice varias palabras aisladas.
- Continúa presentando ansiedad al separarse de las personas conocidas.
- Tiene gran curiosidad por explorar los objetos que lo rodean.
- Busca la aprobación de las personas a su alrededor.
-Conductas inadecuadas para llamar la atención. Esto lo puede poner en situaciones de peligro.
-Dificultad para establecer el horario y lugar de sueño.
18 a 24 meses
- Requiere de un ambiente sin peligros para poder explorarlo.
- Dice frases cortas.
- Puede correr.
- Realiza juegos de imitación.
- Inicia la autoafirmación.
- Inicio del control de esfínteres.
- Berrinches
-Conductas oposicionistas
-Quiere hacer las cosas solo, cuando aún no tiene las habilidades necesarias.
-Teme separarse de las personas conocidas.
-Recoger juguetes grandes.
-Comer algunas cosas utilizando una cuchara.
2 – 3 años.
- Necesita que su ambiente sea predecible en cuanto a rutinas tanto en la casa como en la escuela o guardería.
- Es necesario informarle sobre su rutina y los cambios que pueda haber en ella.
-El lenguaje se desarrolla rápidamente (de los 2 a los 4 años)
- Su juego es de imitación y coordinado con otros niños.
- Ya se reconoce como persona separada de los otros.
- Confunde la realidad y la fantasía (de los 2 a los 6 años)
- Piensa que es el centro de lo que sucede.
- Muestra interés por otros niños
- Establecimiento de   control de esfínteres.
- Berrinches
- Terrores nocturnos   (llanto en las noches sin una causa aparente y sin que se despierte)
- Ansiedad al separarse de las personas de su casa.
-Comunicar lo que necesita
-Ponerse la ropa aunque todavía no lo haga bien.
-Quitarse los zapatos y algunas prendas para desvestirse.
-Poner servilletas en la mesa.
4 años.
- Necesita una persona que lo acompañe y observe sus progresos y estimule sus logros.
- El control de esfínteres ya se ha establecido.
- El lenguaje es fluido y comprensible.
-Comprende el lenguaje de los adultos.
-Empieza a darse cuenta de sus habilidades y limitaciones.
- Desarrolla habilidades de socialización.
- Puede mostrar conductas agresivas hacia sus compañeros.
- Puede presentar dificultad en la aceptación de reglas.
-Comer solo
-Ponerse prendas sencillas.
-Dibujar una figura humana incipiente.
5- 6 años
- Es importante que la   casa y la escuela sean estables y que no haya grandes discrepancias entre las reglas y formas de educación por parte de las personas encargadas del niño.
-Necesita un ambiente   donde se le muestre el afecto, respeto, aceptación y que se le marquen límites.
-Ya puede empezar a   aprender algunas letras y números como principio de la lectoescritura.
-Ya come y se viste solo.
- Ya tiene un horario para dormir.
- Hace juegos de fantasía y representación solo o con otros niños.
- Miedo a separarse de la mamá para irse a la escuela.
- En caso de existir dificultades en la atención coordinación viso-motora o aprendizaje se hacen evidentes en la escuela.
-Puede ayudar en algunas tareas de la casa como poner la mesa, poner en orden sus juguetes.
- Se puede bañar y arreglar solo.

PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE TUS HIJOS PEQUEÑOS (DE 0 A 6 AÑOS)







Siendo la disciplina parte de la vida familiar, va modificándose junto con los cambios que ocurren al interior de ella. Así se concibe que los estilos disciplinarios deberán ir cambiando junto con el desarrollo de tus hijos. En otras palabras, para poder educarlos es necesario tomar en cuenta sus características evolutivas.  
Por lo tanto, la disciplina para un niño pequeño no puede ser la misma que para un adolescente y, aunque los valores que existan detrás sean los mismos, la forma de disciplinar debe variar. En un comienzo el niño necesita de control externo ejercido por sus padres. Lo necesita porque así se siente seguro, protegido y, a la vez, porque así aprende cómo conducirse, aprende a respetar y a considerar a las demás personas.

Poco a poco se hace necesario aprender a equilibrar el nivel de control que se ejerce con un mayor grado de libertad e independencia del niño. De esta manera se facilita el desarrollo del autocontrol de su conducta. El joven, a diferencia del niño, ya tiene ciertas capacidades de razonamiento que le permiten relacionarse con el mundo de otra manera. En consecuencia, mantener el mismo nivel de control sobre el adolescente sin considerar sus cambios; es decir, seguir tratándolo como un niño, es una de las mayores fuentes de conflicto entre padres e hijos en esta etapa.

A continuación señalaremos los rasgos más importantes y generales que caracterizan a los niños entre 0 y 6 años.


·    Pasan por diferentes etapas de desarrollo
El desarrollo es una secuencia de etapas por la que todos los niños pasarán, en  el mismo orden, para poder llegar a la madurez. No podrán pasar a una etapa más avanzada si es que no han superado las anteriores. Es importante mencionar que tampoco podrán saltárselas y que cada etapa de desarrollo tiene sus propias características.

·     Dependen completamente de los adultos
Bebés y niños dependen, esencialmente, de los adultos, debido a que ellos van a satisfacer sus necesidades básicas de comida, salud, afecto, nuevas experiencias, educación y aprendizaje. En otras palabras, no podrán sobrevivir sin ellos hasta que alcancen, luego de muchos años, el desarrollo y la madurez necesaria para poder ser autosuficientes y sobrevivir por sí mismos.

·     Son inquietos por naturaleza
A todos los niños les encanta explorar, investigar, jugar, armar, desarmar, saltar, correr, trepar, hacer ruido; es decir, jugar y moverse de diversas maneras.

·     Su lenguaje es limitado
Niños pequeños no pueden decir, exactamente, cómo se sienten, qué les hace sentir bien o mal o qué desean. Esto se debe a que no tienen un gran número de palabras y porque la capacidad de expresar conceptos abstractos es limitada. Por lo tanto, los niños en la primera infancia, harán todo lo posible por manifestar sus necesidades e intereses por medio de conductas y actitudes. Los padres tienen la gran labor y responsabilidad de estar atentos a las señales de sus hijos y estar siempre receptivos para poder comprenderlos y poco a poco enseñarles a expresarse con palabras de acuerdo a sus edades y habilidades.

·     Su pensamiento es concreto
Como ya se ha mencionado anteriormente, los niños entre cero y siete años, tienen una capacidad limitada para entender conceptos abstractos. Por lo tanto, los padres deben dar explicaciones y ejemplos a sus hijos a través del uso de palabras sencillas y de materiales físicos que les sean familiares para que los puedan ver, tocar y manipular, y así lograr una mayor comprensión y mejor comunicación entre ambos.

·    Cambian de estado de ánimo fácilmente
Los niños pequeños aún no tienen control completamente sobre la expresión de sus sentimientos. A veces sus reacciones suelen ser exageradas porque todavía no tienen un nivel de lenguaje adecuado para poder expresar con exactitud lo que desean o cómo se sienten. Con la ayuda de los padres y con la edad maduracional, irán adquiriendo control sobre sus emociones y aprenderán a decir, con palabras, lo que quieren y necesitan.

·    Los niños pequeños piensan y sienten que son el centro del mundo
Los niños en edad preescolar se caracterizan por tener un tipo de pensamiento y conductas egocéntricas. Esto significa que aún no tienen la capacidad para ver el punto de vista de los demás, para ponerse en el lugar del otro ni para entender opiniones diferentes a las propias. Es por estas razones que les cuesta compartir juguetes porque piensan que todo es de ellos y les pertenece. Este tipo de pensamiento egocéntrico es natural hasta el final de la edad preescolar y posteriormente se irá modificando hasta que el niño pueda entender a otros y considerar sus necesidades.

·    Hasta el final de la edad preescolar confunden la realidad con la fantasía
Los padres deben tener mucho cuidado con lo que sus niños ven y escuchan en los medios de comunicación o en los cuentos, debido a que creen que todo lo que sucede en la televisión o en otros medios es real. En consecuencia, se angustian con lo que les sucede a sus personajes favoritos en los dibujos, series, películas y hasta muchas veces no miden el peligro cuando desean imitar a su superhéroe y pretenden volar. Por lo tanto, lo mejor es brindar a los niños ejemplos concretos, supervisar lo que observan en los medios de comunicación y crear un ambiente de seguridad.

·    Manejan un concepto de tiempo completamente diferente al de los adultos
Por el nivel de pensamiento y etapa de maduración de los niños pequeños, la concepción tiempo como elemento abstracto es sumamente compleja y difícil de entender. Aún no tienen la capacidad para comprender y distinguir claramente el pasado, el presente y el futuro. Para ellos un día es demasiado tiempo. Si se desea explicar a un niño preescolar una acción en el tiempo es necesario darle ejemplos concretos familiares; por ejemplo, para poder explicarle que faltan tres días para su cumpleaños, se le podría decir que tiene que ir a dormir tres veces y cuando despierte, ese día será su cumpleaños. Conforme van creciendo y adquiriendo capacidades mentales, la percepción del tiempo se va volviendo más exacta y más cercana a la realidad.

·    Aprenden a través de la imitación y el juego
Los bebés y los niños pequeños irán aprendiendo, básicamente, por medio de lo que pueden percibir y sentir a través de sus sentidos y movimientos, los cuales pueden ser imitados al ver que son realizados por sus padres u otra persona cercana a ellos. Como ya se ha mencionado anteriormente es fundamental y esencial que los niños manipulen objetos para jugar, debido a que les permitirá interpretar, entender el mundo y aprender a dominarlo, ensayando o imitando diversos roles.




Bibliografía:


ÁLVAREZ, Angélica
2004                                 Cómo poner límites a tus niños sin dañarlos
                                        México D.F: Editorial Pax México.
GERVILLA, Ángeles
2008                                 Familia y educación familiar
                                        Ed. Narcea, España
KOENIG, Larry
2003                                 Disciplina inteligente      
                                        Bogotá: Norma.




REFLEXIONA SOBRE TU ESTILO DE SER PADRE


Ser padres es un gran privilegio, pero al mismo tiempo exige una gran responsabilidad y compromiso. Muchas veces cuando desean mejorar sus técnicas y conocimientos sobre cómo educar a sus hijos, investigan sobre los niños y muy rara vez se detienen a reflexionar sobre cómo son, ellos, como padres. 

Los padres al relacionarse con sus hijos actúan de diversos modos. Estos son conocidos como estilos, los cuales van a definir el tipo de autoridad que ejercen y el comportamiento que sus hijos asuman.

Por eso… conocerse como padres es sumamente esencial, así como conocer a los hijos… ¿Qué estilo de padre eres?. 

Te invitamos a identificarte y reflexionar.  

­ Padres Autoritarios 

·    Son demandantes y estrictos.
·      Valoran la obediencia y el orden.
· Imponen exceso de normas y consignas.
· Imparten castigos y agresiones verbales y/o físicas.
· La comunicación con su hijo es cerrada.
·    No le dan explicaciones a su hijo.
· Disminuyen la independencia e individualidad de su hijo.

Los hijos de padres autoritarios:

·   Solo actúan y obedecen mientras el padre está presente. 
·  No aprenden el valor de hacer algo porque es lo correcto, simplemente lo hacen por temor a las consecuencias o al castigo.
·   Tienen dificultades para confiar en los demás.
·   Manifiestan grados más bajos de autoestima.
·   Se aíslan con facilidad.
·   Son inseguros y dependientes de las opiniones de los demás.
·   No aprenden a tomar decisiones propias.
·  Necesitan de alguien que les diga qué hacer para sentirse seguros y actuar.


­ Padres Permisivos 

·    Son pasivos.
· Muestran niveles bajos de compromiso y supervisión.
·    No son exigentes ni atentos.
·    Establecen pocas reglas.
· Aceptan incondicionalmente todos los comportamientos de su hijo.
· Creen que no es necesario educar porque aún es pequeño su hijo.
·  Evitan ejercer su autoridad y responsabilidad.
· Festejan las conductas inadecuadas de su hijo.
·    Son benévolos.
· Corrigen con normas no rigurosas.

Los hijos de padres permisivos: 

·    Desarrollan una alta autoestima, autoconfianza y creatividad.
·    Crecen esperando ser atendidos.
·    No aceptan normas o indicaciones de otros.
·    Son desobedientes e individualistas.
·    Piensan que deben y pueden hacer lo que deseen.
·   Son exigentes con los demás, pero no consigo mismos.
·    No se hacen responsables de las consecuencias de sus actos.
· Buscan que otros les den soluciones y resuelvan sus problemas.


­ Padres Democráticos  

·  Tienen un firme, consistente y razonable control sobre su hijo.
·   Respetan los intereses, opiniones y personalidad de su hijo.
·   Reconocen las necesidades de su hijo.
·   Fomentan el diálogo sincero y espontáneo con su hijo.
·   Dan explicaciones de lo que piden y esperan de su hijo.
·   Respetan las decisiones independientes de su hijo.
·   Están de acuerdo con su pareja sobre las normas y patrones de crianza.
·   Reconocen los logros de su hijo.
·   Demuestran cariño a su hijo.

Los hijos de padres democráticos: 

·   No sienten el control paterno como rígido.
·   Aceptan las normas voluntariamente.
·   Tienen una alta autoestima y autoconfianza.
· Reflejan una equilibrada combinación de obediencia y autonomía personal.
·   Aceptan sus errores.
·   Son responsables de sus actos.
·   Aprender el valor del respeto.
·   Se sienten queridos y aceptados como son.



Como hemos visto existen diferentes estilos de ser padres, cada uno de los cuales tiene sus propias ventajas y desventajas sobre el comportamiento de sus hijos a futuro. 

Si bien desean que sus hijos crezcan sanos, felices, creativos e independientes, a veces no se dan cuenta ni reflexionan acerca de que la falta o exceso de parámetros, la inconsistencia y el maltrato tanto físico como verbal afectan el desarrollo de sus hijos. 

Por lo tanto, es importante tomar consciencia de que los patrones de crianza que asuman para educar van a influir positiva o negativamente en todos los ámbitos del desarrollo de sus hijos.

Finalmente deseamos informarles que lo ideal es optar por un estilo de padre democrático, debido a que es el más estable para el desarrollo armónico de sus hijos y su familia en general.





Bibliografía


ÁLVAREZ, Angélica
2004                                 Cómo poner límites a tus niños sin dañarlos
                                         México D.F: Editorial Pax México.
GERVILLA, Ángeles
2008                                 Familia y educación familiar
                                         Ed. Narcea, España
KOENIG, Larry
2003                                 Disciplina inteligente
                                         Bogotá: Norma.